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Shell por segunda vez

 

Después de la intensa actividad geológica desplegada llegó al convencimiento de que en el área tradicional en Bolivia era cada vez menos probable que se puedan descubrir campos como Caranda y Camiri

 

Shell por segunda vez

Experiencia BCP

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Las noticias sobre la pandemia que está sufriendo la humanidad han desplazado de la atención novedades sobre cualquier otro sector. Los hidrocarburos no son una excepción. La paralización de actividades por la cuarentena no ha permitido completar la figura sobre el posible descubrimiento de un pequeño campo de gas y otro de petróleo en el país. Tampoco ha tenido difusión la decisión de la Shell Bolivia Corporation (SBC), subsidiaria de la Royal Dutch Shell, de paralizar las obras civiles de construcción de camino y planchada del pozo Yapucaiti, que estaba programado a ser perforado en la provincia Huacareta en 2021, bajo el acuerdo marco para el desarrollo hidrocarburífero de Chuquisaca, firmado con el gobierno, con una inversión de 120 millones de dólares. 

En su notificación a las autoridades chuquisaqueñas, la SBC indica que por los altos costos de operación y de perforación “el proyecto ahora ya no es económicamente rentable” y que la empresa efectuará un periodo de evaluación del costo de las actividades de futura exploración. También se espera que la SBC suspenda la perforación del pozo exploratorio Jaguar X-6.

Esta es la segunda ocasión que Shell, mediante sus subsidiarias, despliega actividades en búsqueda de hidrocarburos en Bolivia.  La primera fue en 1998, cuando, bajo la Ley General de Hidrocarburos, la Shell obtuvo contratos de operación en el norte de Santa Cruz. Por casi cinco años desplegó una gran actividad exploratoria, inclusive innovando en nuestro país la utilización de la geoquímica como una disciplina básica para ubicar yacimientos de hidrocarburos. 

No obstante lo anterior, en forma casi sorpresiva, en 1992, la Shell canceló sus contratos y abandono el país, aduciendo, en forma casi similar, al impacto negativo de los altos costos del presente.

La Shell está presente en Bolivia nuevamente a raíz de la adquisición de los activos de British Gas por la Royal Dutch Shell. 

La Shell vino a Bolivia el siglo pasado en búsqueda de petróleo, pero después de la intensa actividad geológica desplegada llegó al convencimiento de que en el área tradicional en Bolivia era cada vez menos probable que se puedan descubrir campos como Caranda y Camiri. En forma no oficial, manifestaron que el mínimo necesario para continuar era haber encontrado campos con más de 100 millones de barriles de petróleo de reserva.

Como se indicó esta segunda vez la Shell está nuevamente presente en Bolivia para ejercer los derechos que tenía British Gas bajo la Ley de Hidrocarburos 3058.

El 2017, cuando ya era un hecho que Shell volvería al país, después de un examen de los trabajos y resultados de exploración realizados los años anteriores, indicó que lo más  apropiado sería ubicar “una nueva provincia petrolera en el país”. Al decir “provincia”, la Shell no se estaba refiriendo a la división política del territorio, sino utilizando un término muy común en la industria para determinar un área con potencia petrolífera probada como “provincia petrolera”.

Varios de los observadores locales mantenemos que después de 90 años de actividad en el área tradicional, las posibilidades importantes ya han sido desarrolladas y que lo más urgente es explorar nuevas áreas para ubicar una nueva “provincia”.

No obstante lo anterior, la SBC decidió plegarse a la búsqueda de gas a niveles profundos, iniciada por Repsol, seguida por Petrobras y Total. De ese modo, la SBC inició la perforación del pozo Jaguar X-6, el 20 de mayo de 2018. Este es un pozo que ha tropezado con grandes dificultades en el subsuelo y, como estaba programado, para ser perforado con tuberías de alto diámetro que permitan terminaciones múltiples para solucionar problemas de perforación a diferentes profundidades, mas allá de 3.500 metros, se han realizado cortes y aperturas de ventana para redirigir el pozo en su orientación, buscando mejores posiciones estructurales. 

Así tenemos un pozo que realmente ha realizado el esfuerzo exploratorio, porque se trata de un pozo que más delante de los 3.500 metros de profundidad son cuatro pozos diferentes y lamentablemente ninguno de ellos con resultados satisfactorios.

Por lo anterior, se puede ver que lo adecuado es salir del área tradicional con una nueva legislación que haga posible ubicar una“ nueva provincia petrolera” con el concurso de compañías de otras regiones.

Carlos Miranda Pacheco es ingeniero, experto en hidrocarburos.

Publicado el Viernes, 12 de Junio de 2020

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