ECONOMíA BOLIVIA
Tipo de cambio en debate, sólo un frente anuncia ajustes si es gobierno

El Inesad y la Fundación Adenauer analizaron las propuestas sobre estabilidad macroeconómica que apuntan a crecimiento y disminución de déficit fiscal. El FVP plantea una posible devaluación.

PAGINA SIETE MONITOREO

Una revisión  de los programas de gobierno de los ocho partidos políticos que participarán  en las próximas elecciones permite concluir que todos apuntan a garantizar la estabilidad macroeconómica, aunque en materia de política cambiaria sólo uno, el Frente para la Victoria (FPV) de Chi Hyun Chung, anuncia una flexibilización del tipo de cambio.

Este indicador se ha mantenido fijo desde 2011, con un tipo de cambio para la venta de 6,96 bolivianos por dólar.

Las propuestas fueron analizadas y sintetizadas por la Fundación Inesad y la Fundación Konrad-Adenauer que desarrollaron el proyecto Análisis de programas de gobierno y recomendaciones de políticas públicas. Para el efecto, el 21 de agosto se llevó a cabo el primer webinar en el que  se presentaron los primeros dos documentos de una serie de nueve sobre diferentes aspectos de las propuestas de los partidos.

En la oportunidad, el investigador senior de Inesad  Gustavo Machicado presentó la exposición “Estabilidad macroeconómica, ingrediente indispensable, qué dicen los programas de gobierno”.

Según el expositor de todos los partidos, sólo uno propone modificar  la política cambiaria,  mientras los restantes mantienen el tipo de cambio fijo como ancla nominal. Algunos de los partidos proponen la independencia del Banco Central de Bolivia (BCB)  y todos apuntan a la reducción del déficit fiscal. 

Sin embargo, desde 2008, los créditos del BCB al sector público no financiero y la caída de reservas internacionales netas (RIN) generan un escenario complejo para el tipo de cambio. “En particular, el agotamiento de estas RIN puede generar una crisis de balanza de pagos, con una consecuente devaluación cambiaria. Bolivia, en 1982, pasó por este escenario por última vez, con una devaluación del 257%”, advierte Machicado en su análisis.

Actualmente el  BCB interviene en el mercado cambiario para fijar el tipo de cambio; lo hace a través de la venta de dólares cuando existe un exceso de demanda de esta divisa. 

Para ello emplea las RIN, que se han estado reduciendo -de manera sostenida- desde noviembre de 2014. “Cuando las RIN se agotan, ya no es posible mantener un tipo de cambio fijo, por lo que se procede a una devaluación y una crisis cambiaria que, en la literatura económica, lleva por nombre crisis de balanza de pagos”, añade.

 Si se mantuviera una caída  de 154 millones de dólares en promedio, las RIN   se agotarían en junio de 2023, pero la porción líquida, que cae a una tasa de 167 millones de dólares, se agotaría en febrero de 2022, indica Machicado. 

Las RIN cayeron de 15.123 millones de dólares en 2014 a 6.609 millones el 28 de  agosto de este año, según el BCB.

El MAS quiere  PIB de $us 60.000 millones

 Los objetivos de la  política cambiaria, monetaria y fiscal se seguirán enfocando en fomentar el desarrollo económico y social  y velando por la preservación de la estabilidad macroeconómica.

  Se continuará y profundizará el modelo de economía social, comunitario y productivo con la meta de llegar a 2025 a un PIB cercano a $us 60.000 millones o un PIB pér capita superior a $us 5.000. La distribución del ingreso priorizará a los pobres.

Comunidad Ciudadana apuesta a estabilidad

No se plantea de forma explicita  mantener el tipo de cambio fijo en el programa de CC, pero se intuye que así se hará, ya que se propone mantener un nivel adecuado de RIN. Habrá una reducción gradual del déficit fiscal que optimice la inversión en obras de impacto productivo y social. Se apuesta a mantener la deuda pública estable y sostenible en el tiempo. Se garantizará estabilidad macroeconómica con una inflación baja y controlada.

ADN va por libertad comercial y mercados

Propone reformas estructurales para garantizar la estabilidad presupuestaria. En materia comercial se promoverá la libertad  de comercio y la apertura de mercados. No se específica la manera en la que se pretenden implementar estas propuestas, aunque se sugiere que se hará a la luz del libre mercado. 

 Se respetará la propiedad privada, la libertada de trabajo, la inversión privada y pública sin limitaciones más allá de la ley.

Creemos propone bajar el déficit fiscal

Se  plantea una reducción de déficit fiscal de 6% este año, 5% en 2021, de 3,5% en 2022, de 2,5% en 2023, de 1,5% en 2024 y de 0% en 2025. Bajo la coordinación del Ministerio de Economía se reorientarán los recursos hacía intervenciones que tengan un mayor impacto sobre el crecimiento de la actividad económica. El programa propone llevar estas acciones sin afectar el bolsillo de la gente, lo que hace deducir que se controlará la inflación.

Alianza Libre 21 busca bajar déficit gemelos

Se apuesta a bajar los déficit fiscal y comercial a niveles sostenibles y adecuados como principal medida para garantizar estabilidad macroeconómica. Se invertirá en una infraestructura que priorice los corredores de exportación. Habrá una apertura de mercados hacia la libre exportación. Se menciona el respeto a la propiedad privada, seguridad jurídica, regulación de servicios públicos, control de monopolios y oligopolios.

FVP plantea flexibilizar el tipo de cambio

Se propone dar una mayor flexibilidad al tipo de cambio, la política monetaria se basará en metas de inflación y en materia comercial se aprovecharán los diversos acuerdos de libre comercio que se tienen y en cuanto a política fiscal se adoptará una regla de balance estructural. Esta combinación de políticas económicas debería llevar a la economía a un ajuste gradual en un escenario de menores precios. La flexibilización puede generar cierta inflación.

Juntos propone responsabilidad fiscal

Se plantea estabilidad macroeconómica basada en responsabilidad fiscal que irá con una ley específica. Se recortará el gasto improductivo y se racionalizará la inversión pública, se reasignará los recursos con base en nuevas prioridades y una descentralización de la educación y salud. Se aplicará una regla fiscal basada en la fijación  de una meta presupuestaria equilibrada y con límites al saldo de la deuda externa como porcentaje del PIB.

Pan-Bol apuesta al desarrollo económico

Pan-Bol menciona el diseño de una política fiscal orientada a favorecer el desarrollo económico, así como a solucionar las necesidades de ingresos del gobierno nacional o central, de los gobiernos municipales y de las autonomías indígenas. Una condición básica a considerar en el nuevo régimen fiscal que se piensa establecer es la universalidad en su aplicación, acorde con la realidad económica y bajo la idea de mantener una progresividad.