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El presidente de la Fed insinúa que las compras de bonos bajarán este año

 

 

El presidente de la Fed insinúa que las compras de bonos bajarán este año

Experiencia BCP

LA VANGUARDIA

Fiesta en bolsa, con los indicadores en verde, después del discurso del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, en el foro de banqueros centrales de Jackson Hole (EE.UU.), que ayer se celebró en formato virtual: los tipos no se tocarán durante un tiempo prolongado y el llamado tapering , la reducción de la compra de deuda por parte de la banca central, se llevará a cabo de forma paulatina, a lo largo de este año, sin maniobras bruscas.

Había mucha expectación ante las palabras del banquero central sobre las futuras indicaciones de política económica. En efecto, pese al rebrote de la variante delta y los efectos de una larga pandemia en Estados Unidos, muchos se preguntaban si la Fed no decidiría echar el freno y empezar una retirada de estímulos más decidida.

Desde un punto de vista teórico, hay muchos argumentos para ello. La Fed mantiene los tipos de interés en el rango de entre el 0% y el 0,25% desde marzo del 2020 y las compras mensuales de bonos en 120.000 millones de dólares, en respuesta al impacto económico de la pandemia.

¿Realmente la economía necesita apoyos con compras masivas de bonos y tipos prácticamente en cero? Porque esta es la situación: los mercados bursátiles y el precio de la vivienda están en máximos históricos; las ofertas de empleo se disparan; la riqueza en términos reales del PIB superó en el segundo trimestre de este año la del último trimestre del 2019 (antes de la pandemia, es decir que estamos ante una recuperación en forma de “V”) y la inflación subyacente está en máximos desde 1991. No parece que la economía de Estados Unidos esté muy enferma: más bien debería tomarse una tila.

Ante la presión de los que optan por una normalización, Powell eligió el camino de la moderación

Pues bien, Jerome Powell insistió ayer en que la actual subida de los precios es provisional, así que no hay que actuar de forma impulsiva. Es más, recordó que las acciones de política monetaria, como una subida de tipos, tardan un año en producir efectos, con lo que se corre el riesgo de caer “en errores”, como deprimir la economía antes de tiempo.

En cuanto a la inyección de liquidez en el sistema con la compra de bonos, su opinión es que “si la economía evoluciona ampliamente como se había anticipado, podría ser apropiado comenzar a reducir el ritmo de compra de activos este año”.

Para luego precisar: “El momento y el ritmo de la próxima reducción en las compras de activos no tendrán la intención de transmitir una señal directa con respecto al momento de las subidas de las tasas de interés, para lo cual hemos articulado una prueba diferente y sustancialmente más estricta”.

Es decir que la retirada de las dos medidas tendrán tiempos diferentes. Una cosa es el precio del dinero, que seguirá barato todavía durante un tiempo. Y otra cosa es la impresión de billetes vía compras de activos, que sí habrá que empezar a reducir a partir del otoño, aunque Powell tampoco fijó un periodo concreto en el calendario, en un gesto tal vez ambiguo expresamente para no alterar a los mercados.

Ni el mercado laboral está en máximos ni hay presión sobre los salarios: es pronto para subir tipos

La clave es que la inflación, con los precios al consumo en los últimos doce meses que se han disparado hasta el 4,2%, el nivel más alto en treinta años, está registrando un repunte provisional, según Powell. De esta manera, “los riesgos de un inoportuna subida de tipos en respuesta a datos económicos puntuales podría hacer más daño que bien”.

Una frase que fue miel para las bolsas, que son muy sensibles a las oscilaciones del precio del dinero. Los mercados acabaron en Europa con ganancias, mientras el Dow Jones viró de forma decidida al alza a media tarde.

El índice Stoxx Europe 600 va así camino de cerrar el séptimo mes seguido con ganancias. Esto supone la racha más larga de los últimos ocho años. Un dato nada desdeñable en tiempos de pandemia.

“Los inversores respiran aliviados cuando Powell sugiere que habrá un ajuste más amable y suave de la Fed”, dijo a la agencia Bloomberg Mike Bailey, director de investigación de FBB Capital Partners. “A juzgar por el movimiento de las acciones, mi sensación es que los inversores principales esperaban una línea más dura de Powell sobre la reducción a partir del otoño y las subidas de tipos fijadas para finales de 2022 o principios de 2023”.

La política fiscal expansiva de Estados Unidos obliga al banco central a financiar el sistema

En cambio el banquero central repitió una tesis que ya formuló en ocasiones anteriores. Solo empezará a preocuparse por la inflación si hay presiones alcistas sobre los salarios (lo que generaría una espiral) y cuando el mercado del trabajo haya alcanzado el máximo potencial. Y aquí Powell fue tajante.

“Hoy vemos poca evidencia de aumentos salariales que puedan amenazar una inflación excesiva”, recalcó.Y añadió que “tenemos mucho camino por recorrer para alcanzar el máximo empleo, y el tiempo dirá si hemos alcanzado una inflación del 2% de manera sostenible”, afirmó. Además, “el empleo total está ahora 6 millones por debajo de su nivel de febrero del 2020, y 5 millones de ese déficit se encuentra en el sector de los servicios, aún deprimido”. Los halcones quedaron avisados.

Hay otro argumento que no aparece en el discurso de Powell y que justifica su postura a favor del mantenimiento de los estímulos pese a que la economía manda alguna señal de calentamiento: la política fiscal.

En efecto, no hay que olvidar que con el anuncio de la aprobación del megaplan de ayuda por importe de 3,5 billones de dólares, que incluye gasto en salud, educación y cambio climático, y la previsión de la aprobación del plan de infraestructuras por un importe adicional de otro billón, el déficit público va a dispararse.

La bolsas europeas cerrarán siete meses seguidos de subidas, la mejor racha en ocho años

En esta coyuntura, según señala Jesús Sánchez Quiñones, director y consejero de Renta 4 Banco, “se antoja complicado que la Reserva Federal deje de comprar bonos del tesoro para ayudar a financiar los elevados déficits públicos”.

La normalización será lenta. Jerome Powell fue paloma. Los halcones no se rinden, pero esperan su turno.

Publicado el Lunes, 30 de Agosto de 2021

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