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Chile deja de tener los créditos hipotecarios más baratos de la región y las personas ya sienten los efectos

 

 

Chile deja de tener los créditos hipotecarios más baratos de la región y las personas ya sienten los efectos

Experiencia BCP

LA TERCERA

Son múltiples las consecuencias que se advirtieron que tendrían los retiros de fondos de pensiones. Pero las advertencias ahora se convirtieron en hechos concretos. En lo inmediato, hay efectos financieros y macroeconómicos que están impactando a distintos grupos de la población.

Una de esas situaciones es el alza de los créditos hipotecarios. Esta semana el Banco Central dijo -en su Informe de Estabilidad Financiera (IEF)- que los plazos y pie para este tipo de préstamos retrocedieron 20 años. Y el incremento llegó de golpe.

De hecho, Chile era el país de la región donde estaban los créditos hipotecarios a tasas más bajas y a plazos más largos.Pero si hace un par de meses se daban préstamos de este tipo a 25 o 30 años, ahora no hay más allá de 20 años. Y si en septiembre había una tasa de 3,29%, en lo más reciente el registro es de 5%. Eso, sin considerar el 2% que se veía hace un año.

Esto significa que en aproximadamente un mes, Chile superó la tasa de países como Turquía (3,86%), Perú (4,36%), Rusia (4,68%), República Dominicana (4,77%) y El Salvador (4,99%).

“Tasas de UF+2% son lejanas, a pesar de que estaban vigentes sólo hace un año atrás. Con estas alzas, Chile rápidamente ha pasado de ser el país con tasas bajas a nivel internacional, a uno de los más altos en la región”, puntualiza el gerente general de la Asociación de Bancos (ABIF), Luis Opazo.

Lo que hay detrás del alza

Quienes habían juntado el pie para un crédito y solo les restaba el proceso de firma de los papeles, es el segmento que se ha visto afectado de forma más inmediata. Uno de esos casos es el de Stephanie Valdés, una joven de 29 años que vivía en Pudahuel con sus padres y quería comprarse una casa en Maipú.

“En junio tenía listo un crédito con un dividendo por $420 mil, pero en septiembre subió a $530 mil, y en octubre iba sobre los $600 mil. Entonces, definitivamente no puedo. Lo dejé hasta ahí. Además, ahora salió que los plazos son a 20 años. Ni siquiera hice una nueva cotización porque ya sé que no me alcanza, no hay por dónde. No soy millonaria, pero soy ingeniera, mi sueldo está por sobre el promedio y ya se me hizo imposible, imagínate lo que significa para una familia con un sueldo en el promedio”, relata.

Opazo comenta que “el alza de las tasas de interés ha sido a una velocidad no vista en los últimos quince años. Esto es un efecto acumulado que se deriva de masiva venta de instrumentos de largo plazo, producto de los retiros de fondos de pensiones y rentas vitalicias, así como del mayor riesgo país”.

Stephanie tuvo la idea de comprar una casa en diciembre del año pasado, dado que las tasas estaban bajas, sin embargo, como no llevaba un año de corrido trabajando, decidió esperar hasta abril de este año. Ese mes cotizó créditos hipotecarios con varios bancos y optó por Scotiabank.

Ya tenía el pie de $12,5 millones que le exigía la entidad, por lo que en junio firmó los papeles por un crédito de UF3.800, que equivalía al 90% del valor de la vivienda. Se lo dieron a 30 años, y a una tasa variable de 1,44%, por lo que su dividendo sería de casi $420 mil en la primera etapa. Optó por tasa variable, dado que en un inicio la tasa fija siempre es más alta, y en ese momento era cercana a 3,8%.

“Firmé papeles. Ya estaba aprobado el crédito con esa tasa”, cuenta. Durante los primeros días de julio firmó el compromiso de compraventa de la vivienda. Pero la firma de la escritura se atrasó entre los papeles del banco, la tasación de la casa “que de hecho me la cobraron”, y luego el estudio de título, explica.

“En septiembre me contacta la ejecutiva para decirme que la tasa que me habían ofrecido ya no era válida y tenía que evaluarme de nuevo. Ahí ya me estaban ofreciendo una tasa variable de 3,2%; y la tasa fija iba en 4,8% o 5%. Eso fue antes de la noticia del Banco Central sobre el alza de la Tasa de Política Monetaria”, recuerda.

De esta manera, empezó a cotizar en otros bancos y encontró una tasa intermedia, “pero me advirtieron que eso era para septiembre, y cuando firmara la escritura iba a ser muy distinto”. Fue ahí cuando decidió parar todo.

“Lo dejé en stand by, porque sabía que la escritura no iba a salir todavía y la tasa podía subir. Entonces, en octubre, cuando salió la noticia de que el BC iba a subir la tasa, me contactó la ejecutiva de Scotiabank avisándome que la última tasa que me había ofrecido ya no se podía mantener y que había nuevos precios de mercado. No hice la simulación de nuevo, porque ya no me interesa, sé que no puedo, ya estaba complicada con esos más de $100 mil extra de dividendo, y los valores aproximados que me dieron era que la nueva tasa variable estaba entre 4,5% y 5%, mientras que la tasa fija estaba llegando a 6% o 7%”, dice.

El economista jefe de Bci, Sergio Lehmann, sostiene que detrás de esta fuerte alza de tasas que se ha visto, “se reconoce el impacto negativo muy potente que ha implicado los retiros de fondos de pensiones, que han obligado a las AFP a liquidar cerca de US$30 billones en instrumentos de renta fija o bonos. Frente a los riesgos de nuevos retiros, estas instituciones han debido tomar posiciones en instrumentos más líquidos, de corto plazo, lo que ha llevado a prácticamente secar el mercado de bonos”.

Lehmann agrega que “las tasas de los créditos hipotecarios se anclan precisamente en estas tasas base, por lo que también han subido con mucha fuerza. Detrás de ello se reconoce que los bancos financian sus operaciones en este mercado. Para plazos muy largos, 30 años por ejemplo, esto se ha agudizado, llevando a que los créditos hipotecarios haya acortado el horizonte de otorgamiento”.

Ahora Stephanie teletrabaja desde un departamento que arrendó en Viña del Mar. “Tengo la esperanza de que en algún momento baje la tasa y pueda comprar. Más adelante”, concluye.

Publicado el Lunes, 8 de Noviembre de 2021

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