Para el período de diciembre de 2019, la TRe en moneda nacional se situó en 2,69%, en similar período de 2020 subió a 2,91% y en 2021 hasta 2,98% y en 2022 en diciembre se cerró en 3,07%. El análisis incluyó las cifras de la TRe del 1 al 31 de enero, que fue de 3,08%.

En el comunicado que el BCB difundió este viernes, después de la publicación de Página Siete, señala que para el mes de febrero la TRe disminuyó a 3,02% en moneda nacional y 1,72% en moneda extranjera, que son niveles inferiores a enero y el cierre de 2022.

“Este comportamiento fue el resultado de la disminución en la relación de costos financieros de las entidades bancarias con respecto a sus depósitos, acorde con la metodología actual de esta variable”, indica el comunicado del BCB.

Por tanto, Página Siete rechaza el señalamiento del Banco Central y se ratifica en la información publicada con una tendencia de la TRe hacia la subida hasta enero de este año.

La ASFI minimiza

El director de la ASFI aclaró que, en las operaciones de crédito con tasas no reguladas, las variaciones son mínimas y no exponen a situación de significativa probabilidad de impago de las cuotas como se pretende hacer creer a la población.

También señaló que “es normal que las tasas de interés registren aumentos en este período del año, debido a la necesidad de las entidades financieras de acumular fondos para materializar los planes de expansión crediticia para toda la gestión, más aún si se toma en cuenta el contexto mundial de subida de los tipos de interés”.

Además, señaló que el 88% de los créditos del sistema financiero se encuentra pactado a tasa fija, por lo que esas operaciones no experimentaron ningún tipo de incremento en los montos de las cuotas que los prestatarios pagan a las entidades.

Según Yujra, las opiniones de algunos analistas en sentido de que el aumento de la TRe se relacione con el endeudamiento del sector público y una competencia con el sector privado por recursos de liquidez, no tienen fundamento.

El director de la ASFI descartó que existan problemas de liquidez en el sistema financiero nacional, en razón a que al cierre de la gestión 2022, se cuenta con un monto de 65.101 millones de bolivianos de activos líquidos, equivalentes al 60% de los depósitos de corto plazo, muestra clara de la capacidad que tienen las entidades financieras para hacer frente a sus obligaciones de corto plazo y mantener la dinámica de las colocaciones crediticias.