EMPRESAS Y NEGOCIOS EEUU
El personal contratado de Google que ayudó a entrenar la IA busca sindicalizarse

LA REPUBLICA

Un grupo de trabajadores contratados por Alphabet Inc. está lanzando una campaña de sindicalización, alegando que necesitan una mayor voz en la empresa que les ha encargado trabajar en sus productos de más alto perfil, incluida la formación de respuestas generativas de IA en el motor de búsqueda y el chatbot de Google.

Los trabajadores, contratados por el proveedor Accenture Plc, quieren negociar directamente con Alphabet, que legalmente es también su jefe.

El grupo se está organizando con el Sindicato de Trabajadores de Alphabet, y dijo que ha firmado la gran mayoría de su unidad de negociación propuesta, que incluye alrededor de 120 escritores, diseñadores gráficos y coordinadores de lanzamiento que crean contenido interno y externo de Google, incluyendo todos los materiales para las páginas de soporte de Ayuda de Google. Recientemente también han colaborado en la revisión de contenidos generados por IA.

Los trabajadores afirman que esperan negociar cambios que incluyan un aumento del tiempo libre remunerado, el control sobre la aceptación de encargos fuera del ámbito de su trabajo habitual y una remuneración competitiva que refleje sus capacidades. Los empleados piden a la dirección que reconozca voluntariamente al sindicato y negocie con él. Los trabajadores sostienen que Alphabet es un "empleador conjunto", es decir, una empresa con suficiente control sobre un grupo de empleados como para ser responsable de su trato y estar obligada a negociar si se sindicalizan, aunque no firme sus nóminas.

"Llevamos dos años organizándonos para conseguir un trato justo", explica Laura Greene, jefa de un equipo multimedia de Accenture. "Básicamente, decidimos que la única manera de conseguir un cambio real y duradero es sindicalizarnos formalmente y, en el mejor de los casos, negociar en la mesa de negociación".

Accenture reconoció que recibió una carta de los trabajadores solicitando que la empresa reconociera a su sindicato. "Siempre valoramos la posibilidad de escuchar directamente a nuestra gente y responder a sus preocupaciones", dijo Rachel Frey, portavoz de Accenture, en un comunicado.

Google dijo que esperaba que todos los trabajadores de sus proveedores recibieran un trato justo, en cumplimiento de su código de conducta para proveedores. "Por supuesto, respetamos el derecho de estos trabajadores a afiliarse o no a un sindicato, pero se trata de un asunto entre ellos y su empleador, Accenture", declaró Courtenay Mencini, portavoz de Google. "Google no controla sus condiciones de empleo o de trabajo".

En una carta enviada a la dirección el miércoles por la tarde, los trabajadores afirmaron que, durante los cuatro años de vigencia de su contrato, habían solicitado constantemente que Google y Accenture tuvieran en cuenta sus conocimientos y experiencia a la hora de ejecutar su trabajo, pero que se les había hecho caso omiso de forma rutinaria. "En lugar de reconocernos como trabajadores altamente especializados y dignos de respeto, se nos trata como recursos que Google debe agotar, a pesar de nuestra experiencia y del verdadero cuidado que ponemos en este complejo trabajo", escribieron.

En enero, según los trabajadores, fueron contratados para un proyecto de alto secreto: trabajar en Bard, el chatbot de la empresa que por entonces no se había anunciado. Se les pidió que respondieran a preguntas teóricas y comprobaran las respuestas de Bard, un trabajo que requería investigación y creatividad. Durante un breve periodo en el proyecto Bard, también se pidió a los trabajadores de Accenture que respondieran a preguntas obscenas, gráficas y ofensivas. Aunque se dijo a los trabajadores que podían saltarse ciertas tareas, también se arriesgaban a ser penalizados de otras formas por pasar del trabajo.

Al menos una persona presentó una queja a recursos humanos de Accenture. En febrero, el trabajo que habían estado haciendo fue transferido a sus homólogos de Accenture con sede en Manila, dijeron los trabajadores. El cambio hizo temer a los empleados estadounidenses que el trabajo que se les asigna pueda ser retirado en cualquier momento y transferido a mano de obra más barata en otros lugares.

La lucha de los trabajadores de Accenture es una de las varias motivadas en parte por los problemas de la IA. Los guionistas de cine y televisión llevan un mes en huelga, exigiendo protecciones que incluyan restricciones al uso de manuscritos generados por ordenador; en algunos piquetes se ha coreado "¿AI? Adiós". En mayo, los periodistas de CNET anunciaron una campaña de sindicación, afirmando que querían tener voz en la toma de decisiones en el lugar de trabajo "especialmente cuando la tecnología automatizada amenaza nuestros puestos de trabajo y nuestras reputaciones."

Es posible que el resultado de la campaña de sindicalización de los trabajadores de Google no esté claro de inmediato. En Estados Unidos, cuando la mayoría de los empleados de un centro de trabajo se inscriben en un sindicato, la empresa puede reconocerlo voluntariamente y negociar con el grupo laboral o negarse a hacerlo a menos que el sindicato se imponga primero en unas elecciones organizadas por el gobierno. El proceso para determinar quién debe tener derecho a voto en unas elecciones puede durar semanas o meses, y las empresas suelen utilizar ese tiempo para combatir los esfuerzos de organización mediante tácticas como las reuniones antisindicales obligatorias.

E incluso después de obtener el reconocimiento sindical, los avances pueden ser lentos. Los trabajadores de YouTube Music contratados a través de la agencia de colocación Cognizant Technology Solutions Corp. votaron a favor de la sindicación en abril, pero Alphabet ha recurrido la decisión de un funcionario de la Junta Nacional de Relaciones Laborales de EE.UU. que la considera empleadora conjunta de los trabajadores. La batalla legal podría prolongarse durante años, como también podría acabar ocurriendo con el personal de Accenture.

Los trabajadores de Accenture dicen que no les desanima la perspectiva de una larga campaña. "Lo que realmente queremos es longevidad en el trabajo, y más respeto y autonomía por parte de Google", dijo Tahlia Kirk, redactora y formadora de equipos de Accenture.