1.Caída de exportaciones: La disminución de ingresos por gas y minerales redujo la entrada de divisas.
2.Reservas internacionales críticas: Las reservas líquidas del Banco Central cayeron a niveles mínimos, limitando la capacidad de intervención cambiaria.
3.Emisión monetaria excesiva: El aumento del 20% en la masa monetaria sin respaldo productivo impulsó la inflación.
4.Déficit fiscal persistente: El gasto público elevado y la financiado con emisión, exacerbó la presión sobre el boliviano.
5.Fuga hacia el dólar: La desconfianza en la moneda nacional llevó a una mayor demanda de dólares en el mercado informal.
Esta situación ha encarecido importaciones, afectando precios de alimentos y medicinas, y ha generado escasez de productos básicos, profundizando la crisis económica, precisó el economista Germán Molina