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Moodys prevé déficit de 13% e impacto por la crisis política

 

 

Moodys prevé déficit de 13% e impacto por la crisis política

Experiencia BCP

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En su último informe, Moody’s prevé que Bolivia tendrá un déficit fiscal del 13% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2020, a causa de la desaceleración de la economía y los efectos negativos de la pandemia del coronavirus en el país. La firma también advierte que la inestabilidad política generará problemas en la  implementación de ajustes fiscales, independientemente de quien asuma el mando del país después de  las próximas elecciones.

“La recesión  debilitará las finanzas públicas y ampliará el déficit fiscal a casi el 13% del PIB este año, desde alrededor del 6% en 2019. El déficit fiscal de Bolivia se ampliará este año a medida que disminuyan los ingresos y aumenten los gastos. Asimismo, el presupuesto del Gobierno depende en gran medida de los ingresos por hidrocarburos. 

A medida que caen las exportaciones de gas  y aumenta el desempleo, los ingresos del Gobierno disminuirán drásticamente”, señala la calificadora. Sin embargo, la firma indica que se espera que este déficit se reduzca en 2021 y se sitúe  en 5% en los años venideros.

Al respecto, Juan Antonio Morales, expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB), señala que si bien se prevé un aumento en el déficit fiscal del país, éste se situará en torno al 10% de manera transitoria, por lo cual el Gobierno debe buscar maneras de financiarlo mediante préstamos de instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de ser posible, mediante los mercados privados de bonos soberanos.

“Creo que el pronóstico de un déficit fiscal del 13% del PIB peca de exagerado. Yo creo que va a estar más bien alrededor de 10%. No cabe duda que el déficit va a subir pero si la subida es transitoria no me preocuparía mucho. Habrá sin duda el problema de financiarlo. Para lograr ese financiamiento se deberá acudir a las instituciones internacionales de financiamiento (FMI, Banco Mundial y  BID) y, si es posible, a los mercados privados de bonos soberanos. Es difícil, pero no es imposible, que Bolivia acceda a los mercados privados de capital.  México, Perú, Paraguay y Guatemala lo han estado haciendo en condiciones razonables”, señaló.

Por su parte, el analista financiero Jaime Dunn indicó que el crecimiento del déficit responde no sólo a los efectos negativos de la pandemia, sino también a las medidas adoptadas en los últimos años en materia fiscal. 

“La época de precios bajos (2014-2019) nos ha generado un déficit fiscal acumulado de más del -35% del PIB. A esa situación macroeconómica compleja, se sumaron los eventos de 2019 y el Covid-19. Ahora pagamos las consecuencias de haber manejado la economía de una manera tan discrecional apostando a los precios internacionales de los hidrocarburos y a que algún día las empresas públicas se vuelvan rentables”, señaló.

Por otra parte, Moody’s señala que los riesgos políticos y la incertidumbre política seguirán siendo altos independientemente del resultado de las próximas elecciones, por lo que  el nuevo Gobierno enfrentará desafíos sociopolíticos materiales en la implementación de ajustes de política fiscal y reformas estructurales que reducirían significativamente los desequilibrios fiscales y externos del país y preservarían las reservas fiscales y de divisas en los niveles actuales.

Según  Dunn, la calificadora ve con preocupación la situación en la que el próximo Gobierno deba hacer reformas en el modelo económico actual.

“La calificadora  ve que en el futuro inmediato el próximo Gobierno se encontrará en una situación difícil y eso le preocupa. En esa línea, lo que toca no es continuar con el mismo modelo económico de los últimos 15 años. La calificadora y los inversionistas internacionales que tenemos, con seguridad esperan un cambio de modelo económico profundo, que no se base en los precios internacionales de los commodities y en el gasto público para crecer”, indicó Dunn.

- Recesión Según Moody’s, la propagación del coronavirus tendrá un impacto negativo en la economía ya en desaceleración de Bolivia a través de múltiples canales, lo que conducirá a la primera recesión del país desde la década de 1980. 

- Producto Interno Bruto La calificadora estima que  la débil actividad interna se combinará con un entorno externo adverso para reducir la economía en aproximadamente un 3,5% este año, poniendo fin a las altas tasas de crecimiento que lideraron la región y caracterizaron la economía boliviana en la última década. 

- Recuperación Sin embargo, Moody’s espera que el crecimiento se recupere a alrededor del 2,9% en 2021 y probablemente se mantendrá cerca de este nivel  en el mediano plazo.

Publicado el Viernes, 29 de Mayo de 2020

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