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El crédito productivo crece, pero la recuperación de las industrias del país es lenta

 

 

El crédito productivo crece, pero la recuperación de las industrias del país es lenta

Experiencia BCP

EL DEBER MONITOREO

En alguna parte del país, mientras se escribe este reportaje, un obrero vuelve a trabajar. Está engrasando y puliendo la maquinaria de una fábrica que paró por la pandemia. Al mismo tiempo, un albañil retorna a su antigua rutina: mezcla cemento y vacía cimientos que darán forma a grandes edificios. Así también algún productor prepara la tierra para la campaña de verano. Vuelven al trabajo de forma lenta, dan los primeros pasos para reactivar la economía, que poco a poco, sale de un coma inducido de más de siete meses.

Pero al igual que a un paciente enfermo, que necesita medicinas para salir de terapia intensiva, los diferentes sectores, en especial los productivos, necesitan de algo indispensable: créditos, o para ser más precisos, dinero para reanudar sus operaciones.

De acuerdo a datos de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) hasta agosto los préstamos destinados al sector productivo se incrementaron en un 5%, con relación al mismo periodo del año pasado.

Pero antes de entrar en detalle, primero es necesario saber que el crédito productivo está destinado a cubrir necesidades de financiamiento; para el pago por concepto de maquinaria y equipo u otros bienes duraderos, que se usan para incrementar o mejorar la capacidad productiva o las ventas. Generalmente es préstamo de mediano y largo plazo.

Para entender mejor es necesario hablar en cifras redondas. Según las ASFI, en agosto de 2020 los créditos otorgados al sector productivo llegaron a Bs 83.996 millones. Este número supera a las colocaciones de 2019 que llegaron a Bs 79.948 millones. Esto significa Bs 4.048 millones más que el año pasado. Otros datos interesantes que arrojan las cifras de la ASFI es que incluso, hasta agosto, se superaron los números de la anterior gestión en Bs 1.661 millones.

Dentro de los sectores que más créditos recibieron, en primer lugar, está la industria manufacturera, que logró recibir un 36,1% de los préstamos destinados al sector productivo. En segundo lugar, está la construcción (25%), la agricultura y ganadería (24,3%), el turismo (8,4%) y otras actividades que absorbieron el 6,2% del financiamiento.

Jorge Akamine, presidente del Colegio de Economistas de Bolivia, explicó que el incremento de la cartera se debe a que la banca está flexibilizando el acceso a los créditos y a la alta demanda de financiamiento de parte del sector productivo; uno de los más afectados por la emergencia sanitaria y las medidas restrictivas que estableció el Gobierno.

Desde marzo, Bolivia vivió una cuarentena rígida que si bien frenó el avance del coronavirus también detuvo las diferentes actividades económicas del país. “Esto generó un fuerte impacto en los bolsillos de las empresas”, recordó Akamine.

Luego de varios meses el Gobierno decidió flexibilizar el aislamiento. Esto hizo que varias empresas comiencen a retomar sus actividades y a buscar financiamiento en los bancos para capital de operaciones.

Esto es una muestra de que la banca sigue siendo sólida y que está impulsando la recuperación de la economía. Los datos nos muestran que el sistema financiero sigue estable”, señaló Akamine.

De acuerdo a las cifras de la ASFI, incluso la mora en toda la cartera, se redujo del 2% al 1,9%. Para el especialista incluso los niveles de captaciones se mantienen estables.

En la cartera productiva, la mora llegó hasta agosto en un 1,5%.

“En este momento hay una política que impulsa el crédito. Incluso se ha visto una mejoría en el pago de los créditos. Las actividades productivas son sectores históricos que han apalancados sus operaciones”, señaló.

En esta línea, sostuvo que los pequeños emprendedores deben aprovechar el momento para poder salir de la crisis económica.

De acuerdo a la ASFI, del total de los créditos destinados al sector productivo el 79% (Bs 65.631 millones) del total es para inversión y un 21% (Bs17.443 millones) para capital de operación.

Efecto de la flexibilización

Si bien incrementó la cartera al sector productivo, desde la Cámara Nacional de Industrias (CNI) indicaron que la recuperación del sector aún es lenta.

Ibo Blazicevic, presidente de la CNI, señaló que la industria manufacturera demanda entre el 16 y el 18% de la cartera del sistema bancario privado nacional.

“La reanimación parcial del sector industrial se viene dando ligeramente en el marco de la flexibilización de la cuarentena; sin embargo, la caída del consumo en el mercado interno y la reducción de ingresos por exportaciones aún deprime la oferta y la demanda”, señaló.

En esa línea, el industrial sostuvo que los programas de reactivación del Gobierno para el sector empresarial e industrial, en el marco del Covid -19, tuvieron escasos resultados.

Por ejemplo, dijo que la línea de ‘Crédito 1, 2, 3’ del Banco Unión no resultó ser altamente asequible por los requisitos y por los montos reducidos.

“El programa Compro Boliviano por el sector público está en proceso de implementación y todavía no registra un incremento en la demanda de bienes hechos en Bolivia y el Programa de Incentivos Fiscales (liberación del Gravamen Aduanero) solo coadyuva a sectores que importan bienes e insumos prioritarios o esenciales en la pandemia”, sostuvo.

Para el industrial para “un correcto funcionamiento del Programa de Reactivación Económica faltó reglamentación e implementación ágil y con requisitos asequibles”.

Además, afirma que el principal efecto del Covid -19 ha sido un shock combinado tanto en la oferta como en la demanda.

Esta situación ha generado un descenso crítico de la liquidez, puesto que las ventas han descendido abruptamente y las obligaciones salariales, de la seguridad social de corto y largo plazo, crediticias, tributarias, pago a proveedores, continúan”, precisó.

Según datos de la CNI para el cuarto trimestre de 2020 se aguarda una ligera reanimación de la demanda de bienes industriales; sin embargo, esta será muy por debajo del comportamiento de los anteriores años.

Se viene presentando un fenómeno económico que es la caída sostenida de la demanda por efecto de la incertidumbre de salud, económica y política”, justificó.

De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), a julio de 2020 la tasa de decrecimiento de la economía boliviana producto del impacto de Covid-19 llegó al -11,11%, cuando a fines de 2019 se situó en 2,22%, una caída de más de 13 puntos porcentuales. Por su parte, el sector industrial a julio de 2020 registró un decrecimiento del -12,76% y hasta fin de año la perspectiva de la CNI es que la caída llegue a un -8%.

Es buena señal

Sin embargo, el economista Napoleón Pacheco es más optimista. Para él, el incremento del crédito productivo es una buena señal, porque pese a los problemas que existen en el país en el ámbito político, el sistema financiero se mantiene sólido.

Que el crédito productivo aumente es porque esos préstamos están yendo a algún lado, y yo creo que fue a la reactivación de la economía”, dijo. Para el especialista, ahora que la economía está más abierta muchas empresas recurren al crédito para renovar los stocks. “Para eso se necesitan capital de trabajo para la compra de materias primas e insumos. Están buscando la forma de reactivar la inversión privada”, señaló.

Pacheco considera que el acceso de liquidez en las empresas es vital porque muchas están reiniciando sus actividades. Para el experto en finanzas Jaime Dunn el incremento de la cartera productiva obedece a una serie de medidas que tomó el Gobierno de transición para inyectar liquidez en el sistema financiero.

Hubo una operación de las AFP de Bs 3.400 millones donde las administradoras compraron bonos del Tesoro. La única condición era que esos recursos se vayan a créditos para la cartera productiva. Eso es lo que está activando la cartera productiva, porque algunos bancos están registrando problemas de liquidez y eso es verdad”, dijo.

Para Dunn, está claro que “este Gobierno ha puesto un particular interés para que la cartera productiva no caiga y los créditos se sigan otorgando”. Al igual que el resto del mundo, la economía del país poco a poco se recupera de las secuelas de la pandemia. Y gracias a los créditos poco a poco, en alguna parte de Bolivia las obras se levantan y los obreros vuelven a las jornadas de arduo trabajo en las fábricas.

Publicado el Martes, 20 de Octubre de 2020

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