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Lo mas leído: Arce debe revertir una economía que desde 2014 se desacelera

 

 

Lo mas leído: Arce debe revertir una economía que desde 2014 se desacelera

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El presidente  Luis Arce Catacora  asume el mando del país con una economía en contracción. Su desafío es revertir la situación de varios   indicadores,  como reservas internacionales netas (RIN),  exportaciones e ingresos,  que ya venían deteriorándose desde que él se encontraba al frente del Ministerio de Economía. 

“Los indicadores empeoraron mucho en estos 11 meses. Las reservas han caído, estamos en menos 11% de tasa de recesión, ni en la UDP, uno de los peores momentos económicos del país, estábamos en menos 11% de crecimiento, con una triplicación de la tasa de desempleo de cuatro a 12%. Realmente los indicadores a mí me asustan, es la primera vez que estamos viendo tan delicados, tan graves”, manifestó Arce tras ganar las elecciones. 

Las cifras oficiales del Ministerio de Economía dan cuenta de que el crecimiento económico -luego de alcanzar una tasa de 6,8% en 2013- ha ido desacelerándose  hasta  registrar 2,9% en 2019. Para este 2020 se prevé una tasa negativa de 6,2% (ver gráfica).

Por su lado, cifras del Banco Central de Bolivia (BCB) reflejan que al nivel máximo de RIN  se alcanzó en 2014 con  15.123 millones de dólares. Luego fueron disminuyendo de forma gradual hasta que en 2019 se cerraron  con 6.468 millones de dólares. A octubre de 2020, las RIN se situaban en 5.578 millones de dólares.

Hasta 2013, el país registró superávit fiscal, pero desde entonces hay déficit. En 2019, cuando el MAS dejó el poder, este indicador llegó a 7,7% del PIB. 

Al primer semestre de 2020, el déficit fiscal se disparó a 20.000 millones de bolivianos, monto previsto para todo este año por mayor gasto derivado de la pandemia y la caída de ingresos.

Cifras del Ministerio de Economía también revelan que la pobreza moderada bajó  desde una tasa de 59,9% en 2006 a 38,9% en 2013,  pero desde entonces se ha estancado y se prevé que con la pandemia aumente.

A julio de este año, la tasa de desocupación en el país llegó a  11,8%, una de las más altas de los últimos 30 años, producto de los miles de despidos por la crisis de la pandemia. En 2011 la tasa era de 3,8% y en 2019 fue de  4,8%. 

El analista Jaime Dunn observa que cuando Evo Morales abandonó el poder, el país ya presentaba  un elevado déficit fiscal (2.400 millones de dólares) y comercial, caída  de exportaciones en 30% entre  2014 a 2019. 

“Entre 2006 y 2014 había un superávit acumulado de 14,5%,  ahorro producido por la bonanza, pero pasamos entre 2015 y 2019  a un déficit acumulado de 36%. No solo dimos fin con el ahorro, sino que se ha gastado el doble de la bonanza”, precisó.

Arce en su momento justificaba que el déficit fiscal se originaba en inversiones y no en gasto corriente. Al respecto Dunn señala que si bien esto es posible, el problema es que se han realizado inversiones que no son rentables,  por ejemplo, en una planta de úrea que no trabaja a capacidad plena. También se tiene empresas estatales como Cartonbol y Papelbol que generan bajos rendimientos. 

Por otra parte, los ingresos por exportación de hidrocarburos en 2019 cayeron en 23%. Hasta 2014 el precio del gas de exportación llegó a rondar los 10 dólares el millón de BTU y en los últimos años ha bajado a dos dólares.

Añadió que la renta petrolera bajó en  80% entre 2014 y 2019 al pasar de 6.600 millones de dólares y ahora se está en 1.500 millones de dólares. 

 “Se tenía una economía altamente debilitada, que se encontró  con la pandemia. Ahora el nuevo Gobierno recibe una economía complicada que  refleja una de las peores crisis en los últimos 70 años y donde los principales problemas son los déficit gemelos, caída de ingresos tributarios”, puntualizó.

El desafío es reactivar la economía, no solo con estímulos a la demanda, sino a la oferta, lo que implica proveer a las empresas de los mecanismos financieros y seguridad jurídica para que hagan inversiones y suban la producción.

El economista Rolando Morales, señala que hasta el año 2014  Bolivia tuvo muy buenos valores en estos indicadores. “A partir de ese año, como consecuencia del deterioro de los precios de exportación, estos indicadores desmejoran, aunque las tasas de inflación y de desempleo se mantienen aún en niveles poco preocupantes”, precisó.

Observa que  2020 fue un año  fatal para la economía. “Todos los indicadores llegaron a valores preocupantes, salvo la tasa de inflación y las razones tienen que ver con la pandemia, el desgobierno y el contexto internacional poco favorable”, subrayó.

El nuevo gobierno tiene varios desafíos:  equilibrar la balanza de pagos, bajar el déficit fiscal y desempleo y la  reactivación.

Para el economista Alberto Bonadona la  economía  empieza a desacelerarse a partir de la caída de precios de las materias primas en 2014, pero  fue la crisis desatada por la pandemia de Covid-19   la que la paraliza .

“Si bien  no hubo una respuesta adecuada del gobierno de  transición, tampoco se puede  decir que en un año se destruyó todo lo que hizo el MAS en 14 años. Habría que preguntar cómo no dejaron una base material  fuerte como para resistir el embate de una pandemia que frenó la economía y que hasta ahora no es capaz ni va a reaccionar”, advirtió.

No existe fuentes de producción que generen empleo permanente, exportaciones, que permitan aumentar la oferta agrícola en el altiplano.

El economista Gonzalo Chávez sostuvo que la economía empezó a caer en 2013. “El masismo dejó un déficit público promedio de 6% en siete años. Desde el  2014 se tiraron 8.000 millones de dólares de reservas las internacionales (RIN) a una razón de cuatro millones de dólares por día en gastos insulsos”, apuntó.

En 2006, según la  estadística oficial, la deuda externa era 3.285 millones de dólares y cuando Evo Morales renunció la deuda alcanzó a 11.056 millones de dólares.  “Arce Catacora está dolido porque (dice) habría dejado una economía espectacular. Es puro cuento chino pensar que la crisis económica comenzó en noviembre  o marzo en 2020 (cuando se visibilizó el coronavirus en el país)”, recalcó.

Inflación baja

  • Control Analistas creen que la inflación baja es lo único positivo que se observa, aunque esto también es un signo de la crisis económica en el país.
  • Banca Pese a la pandemia, el sistema financiero logró resistir el embate, pero advierten que se tendrá que ver lo que ocurra a partir de enero, cuando concluya el diferimiento y revisar las cifras de la mora.
  • Bonos No sólo se debe subir la demanda, sino la oferta.

Publicado el Martes, 10 de Noviembre de 2020

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