El furor por la deuda sostenible no tiene límites. Día a día son más las empresas y organismos públicos que se suman a la venta de deuda ESG, una tendencia que según el consenso del mercado no ha hecho más que empezar. La deuda sostenible, hasta ahora una excepción, va camino de convertirse en una corriente mayoritaria. Uno de los defensores de esta idea es Moodys. En el último informe realizado por la agencia de calificación los expertos de la firma esperan la emisión mundial de bonos verdes, sociales y de sostenibilidad alcance los 850.000 millones de dólares (715.055,94 millones de euros) en 2021, una cifra que supondría un ascenso del 59% respecto al pasado ejercicio, un año en el que las necesidades abiertas por la crisis y la mayor resistencia ofrecida por estos títulos en el mercado secundario contribuyó a su eclosión.

"Tras la emisión récord del primer semestre, prevemos unos 450.000 millones de dólares (378.560,89 millones de euros) y 200.000 millones de dólares (168.255,47 millones de euros) de bonos sociales y bonos de sostenibilidad este año", apunta Matthew Kuchtyak, vicepresidente adjunto y analista de Moodys. A pesar de este fuerte crecimiento, desde la agencia esperan que todavía los bonos sociales sigan representando una pequeña parte del pastel. En concreto según sus estimaciones prevén que estos activos equivalgan al 8%-10% de la emisión de deuda global en 2021.

Además de los precios atractivos que representan para los emisores, la mejora del marco normativo está contribuyendo a su desarrollo. Tras la reunión general anual celebrada el pasado mes de junio, la Asociación Internacional de Mercados (ICMA) anunció la publicación de documentos nuevos que apoyarán el desarrollo continuo de los mercados de deuda sostenible. "Estas iniciativas incluyen la primera actualización de los Principios de Bonos Verdes desde 2018 y la publicación de una serie de documentos de orientación que ayudarán aún más a los profesionales del mercado", señala Moodys.

En el desarrollo del mercado de deuda sostenible juega un papel destacado la UE que con su estrategia de financiación sostenible impulsará gradualmente una mejor divulgación de los principios ESG y dotará de una mayor credibilidad de los bonos sostenibles. La estrategia renovada de la UE pone un fuerte énfasis en la información, la divulgación y el seguimiento de los riesgos ASG. Junto con la estrategia renovada de financiación sostenible, la CE también ha presentado una propuesta legislativa para crear una norma europea de bonos verdes.

A los grandes jugadores a nivel nacional se sumará en los próximos meses la entrada en acción de España. Tras lograr la máxima calificación medioambiental, el Tesoro prevé realizar en septiembre la primera emisión de un bono verde con una referencia a 20 años. En la primera reunión con inversores institucionales para presentar el marco aprobado en las últimas semanas, el organismo que dirige Carlos San Basilio señaló que la venta de este tipo de deuda puede realizarse mediante sindicación o a través de subastas tradicionales.