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LA VANGUARDIA

Craig Wright es un informático australiano y afirma ser Satoshi Nakamoto. Por lo tanto, es el misterioso tipo que habría creado el bitcoin, la criptomoneda más popular del mercado. La familia del fallecido David Kleiman no estaba de acuerdo con esta afirmación por lo que iniciaron un proceso legal para que la fortuna de Nakamoto, valorada en 1,1 millones de bitcoins – 56.570.394.141 dólares –, estuviera repartida equitativamente.

La familia Kleiman ha perdido el juicio y no recibirá la mitad de este gran montante que le reclamaban a Wright, que quedaría finalmente como el único creador de la criptomoneda – no ha demostrado ser Nakamoto todavía – y con el total de esta fortuna, que siempre ha estado inmóvil desde su minado.

La familia del fallecido no puede demostrar que participó en el proyecto

Ira Kleiman, hermano del fallecido, expuso que los dos emprendedores estuvieron trabajando juntos en la creación de la primera criptodivisa en ser comercializada y que, por lo tanto, se debía dividir la fortuna de Satoshi Nakamoto. Tras una semana de jucio, se ha desestimado que Wright y Kleiman hubieran estado desarrollando el bitcoin de forma conjunto o bajo una misma empresa.

Wright expuso que era cierto que eran amigos, que tenían una buena relación y que llegaron a hacer algunas pruebas con el bitcoin. Sin embargo, negó que se cruzara la frontera de los ensayos, algo que afirmaba la familia y que no ha podido demostrar ante el juez.

La acusación utilizó una serie de mails enviados por Wright en las que ensalzaba el papel de Kleiman en el nacimiento del bitcoin. El informático australiano se defendió reconociendo que todas las alabanzas hacia su amigo, que ya había fallecido en el momento del envío, fueron producto de la gran amistad que les unía y que estaban absolutamente exageradas para reconocer su legado, que en ningún caso es el bitcoin.

Wright no ha demostrado ser Satoshi Nakamoto

El juicio solamente se ha centrado en la disputa legal entra la familia de Kleiman y Craig, que al haber ganado no se ha visto obligado a demostrar que él es realmente la persona que está bajo este seudónimo. La acusación si trató de demostrar, aunque de forma fallida, que Kleiman también era parte de este proyecto.

De esta manera, se sigue sin confirmar si Craig es realmente quien se esconde detrás de este nombre japonés. Podría ser él tal y como afirma desde 2016 o estar mintiendo. Incluso podría haber más personas involucradas.
La comunidad se frota las manos porque ahora Craig debe cumplir su promesa: aseguró que si ganaba el juicio, como así ha sido, donaría parte de la fortuna de Nakamoto a la beneficencia. Esta sería una prueba que confirmaría que está detrás del seudónimo.