“La animación ha pasado de lo que solía ser un género de nicho a una forma de entretenimiento de clase mundial”, dijo durante el evento el CEO de la empresa con sede en Tokio, Kenichiro Yoshida, que añadió que desde Sony quieren “contribuir a la industria”.

La compañía también dijo que buscará mejorar las condiciones laborales de los creadores, caracterizadas por salarios bajos y jornadas maratonianas por la escasez de mano de obra a medida que la popularidad de la animación japonesa (anime) crece de la mano de serie superventas como ‘Kimetsu no Yaiba’ (Demon Slayer/Guardianes de la Noche).

La serie, producida por Aniplex, propiedad del grupo, le reporta importantes beneficios al conglomerado en varias áreas, incluida la musical, por las ventas colaterales que genera de artistas vinculados a la producción, entre otros.

La productora jugará un papel clave en la estrategia de expansión de este negocio para Sony junto a la plataforma de distribución Crunchyroll LLC, que adquirió en 2021, y cuyas suscripciones ha venido apuntalando su deficitaria rama cinematográfica a raíz del impacto de la suspensión de producción durante la pandemia de Covid y las recientes huelgas de guionistas y actores en Hollywood. “Esperamos llevar más series de animación al extranjero”, dijo Yoshida durante la presentación.