ECONOMíA LATINOAMERICA
La ruta de la salud digital en Latinoamérica

AMERICA ECONOMIA

Tras consolidar la atención remota de pacientes, hoy las instituciones de salud concentran sus esfuerzos en mejorar la eficiencia y la calidad de la atención médica, a la par que optimizan gran parte de sus procesos y resuelven los desafíos de la interoperabilidad del expediente clínico electrónico.

Con la pandemia, la telemedicina registró un inesperado auge, convirtiéndose en el símbolo más notorio de la transformación digital del sector salud. Hoy, con la situación del Covid-19 ya controlada, esta herramienta de la telesalud ha quedado como legado post pandemia en los centros de salud.

Por ejemplo, de las 20,000 consultas de atención primaria que realiza mensualmente el Hospital Sirio-Libanés en Brasil, el 17% ya se realiza a través de la telemedicina. A través de su servicio de urgencias digital atiende  2,300 consultas mensuales.

Desde inicios del 2019 hasta la fecha, el servicio teleconsultas de Sanna, la red privada de salud peruana, ha tenido cerca de 500,000 atenciones en todo el país a través de su aplicativo y su plataforma de atenciones.

No obstante, hoy la telemedicina va más allá de las teleconsultas. “Estamos desarrollando mecanismos donde los profesionales de la salud aprovechan la tecnología para conectar de forma remota durante los procedimientos quirúrgicos, transmitiendo el video de la técnica quirúrgica que se está realizando. Esto permite que otro grupo de médicos proporcione retroalimentación y aprenda técnicas avanzadas. También nuestro sistema de radiología ha sido renovado para permitir la interpretación de estudios de imagen de forma remota, facilitando el acceso a subespecialistas de imagenología”, dice Francisco Álvarez, gerente corporativo de Salud Digital de Christus Muguerza.

Asimismo, esta transición digital no solo ha cambiado la forma en que los profesionales de la salud interactúan con los pacientes, sino que también ha mejorado la eficiencia y la calidad de la atención médica y optimizado varios procesos de las clínicas.

Por ejemplo, tras la implementación de sistemas ERP, el Grupo San Pablo ha logrado mejorar la calidad de los servicios y la administración de la clínica, optimizando e integrando la información del paciente con los procesos gerenciales. “Aumentamos la velocidad de implementación de nuestros proyectos [de digitalización], estamos a un 80% y vamos por más”, dice Manuel Marroquín, Gerente Comercial Corporativo del Grupo San Pablo.

Asimismo, Sanna ya ha digitalizado la mayoría de sus procesos clave, desde la solicitud de servicios y la admisión de pacientes, hasta la gestión de historias clínicas y los resultados médicos. “En cuanto a los servicios de emergencia, como la gestión de ambulancias, todavía dependemos en gran medida del factor humano. Aunque hemos implementado herramientas digitales de soporte, como sistemas de geolocalización, comunicación en tiempo real y telemedicina, la naturaleza de estos servicios exige una respuesta rápida y decisiones clínicas inmediatas en el terreno, lo que impide una digitalización completa. Aquí el desafío es complementar la tecnología con una coordinación humana altamente capacitada”, comenta Daniel Diaz, director Médico en Sanna División  Ambulatoria.

Por su lado, el Hospital Clínica Bíblica se encuentra en la fase 4-5 de autoevaluación interdisciplinaria de HIMSS, siglas en inglés de la Sociedad de Sistemas de Gestión e Información de Atención Médica, organización dedicada a mejorar la atención médica mediante el mejor uso de la tecnología de información y sistemas de gestión. 

“Estamos implementando un nuevo sistema de gestión ERP para mejorar la trazabilidad de insumos y la gestión de inventarios. A partir del próximo año, implementaremos el sistema TrackCare de Intersystem, que permitirá una integración completa del expediente electrónico, mejorando el acceso a la información clínica y administrativa”, dice Guillermo Fernández, Gerente Médico Hospital Clínica Bíblica.

Reto interoperable

Si bien ya son varias las clínicas y hospitales de América Latina que cuentan con una historia o expediente clínico electrónico, el desafío radica hoy en la interoperabilidad con otros actores del ecosistema de salud. 

“Tenemos nuevos retos en nuestro camino de transformación digital como contar con una base de datos sólida e integrada que permita la interoperabilidad entre los distintos sistemas y plataformas de atención médica. Otro reto importante es la implementación de la inteligencia artificial. Sin embargo, esto requiere datos bien estructurados, un marco regulatorio que garantice el uso ético y seguro de la tecnología, así como la aceptación de los pacientes a esta nueva tecnología y la distancia del médico”, dice Daniel Diaz.

En el caso de Christus Muguerza, en 2019 inició un proceso de estabilización y mejora continua con la primera instalación del expediente electrónico de salud. “Ahora estamos avanzando hacia el aprovechamiento de los datos generados durante la atención médica, utilizando técnicas avanzadas de procesamiento de datos y machine learning para mejorar nuestros flujos operativos. También estamos desplegando modelos de IA que ya han sido validados para la detección de patologías en tórax, cerebro y mama”, dice Andrés Nevárez, Gerente Corporativo de Innovación en salud de Christus Muguerza.

En esa línea, en 2023 el Sirio-Libanes desarrolló una plataforma digital propia a la par de una nueva arquitectura de datos diseñada para organizar la información de los pacientes y facilitar el uso de algoritmos de IA. “Todo esto se  realiza en conformidad con la Ley General de Protección de Datos (LGPD) y con las mejores  prácticas de ciberseguridad, garantizando la protección de los datos”, dice Fernando Ganem, director general del nosocomio.

Definitivamente, la transformación digital en la salud ha mejorado el acceso y la calidad de los servicios y la gestion de clínicas y hospitales. Sin embargo, queda camino por andar para acortar las brechas existentes en este sector.