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FELABAN: La sostenibilidad ambiental es una prioridad para los bancos en la etapa pos - COVID

 

 

FELABAN: La sostenibilidad ambiental es una prioridad para los bancos en la etapa pos - COVID

Experiencia BCP

DELTA FINANCIERO

En su documento de trabajo No 41, FELABAN epxlica que, hoy día, el cambio climático es una problemática global que cuenta cada vez con menos detractores. Por ello, no es extraño ver que las noticias relacionadas con desastres naturales, destrucción de ecosistemas, desforestación (y similares) son cada vez más frecuentes, inclusive en tiempos anormales – como la coyuntura de salud pública global actual (COVID-19). 
 
Una de las principales causas del cambio climático es el calentamiento global, evidente en los aumentos sostenidos en la temperatura promedio del planeta debido a las emisiones de gases invernadero causadas por la actividad humana. De hecho, datos de la NASA indican que 19 de los 20 años más calurosos desde que existen registros ocurrieron después del año 2000, lo cual se convierte en un signo de alerta para hogares, empresas y gobiernos. 
 
¿Es vulnerable el sector bancario ante el cambio climático? 
 
El sector bancario, de ninguna forma, es inmune ante el avance global de esta problemática. De hecho, en años recientes se ha visto una preocupación creciente de los bancos por incorporar aspectos climáticos y ambientales en su estrategia de negocio y de gestión de riesgos.

Por otro lado, también se observa una preocupación creciente de los supervisores bancarios hacia el cambio climático y sus efectos en el sector financiero. En un discurso en 2015, el entonces gobernador del Banco Central de Inglaterra (Mark Carney) afirmó que “la evidencia científica y la dinámica de los sistemas financieros sugieren que, a su debido tiempo, el cambio climático amenazará la resiliencia financiera y la prosperidad de largo plazo. Aunque aún hay tiempo de actuar, la ventana de tiempo es finita”.

Ello despertó interés entre reguladores y, en el año 2017 el TFCD publicó una serie de recomendaciones para mejorar la divulgación de información financiera relacionada con asuntos climáticos; mientras que a finales del mismo año se creó la red NFGS4en el marco de la Cumbre One Planet en París. En América Latina, aunque las normativas financieras no abordan explícitamente la gestión de riesgos climáticos en el sector bancario, es cuestión de tiempo para que las mismas vayan más allá de aspectos ambientales, sociales y de gobierno corporativo.

Las anteriores preocupaciones están sustentadas en los efectos que la materialización de un evento de riesgo climático puede tener en la cartera de los bancos, así como en sus inversiones de portafolio. A inicios del año 2019, el diario The Wall Street Journal catalogó la quiebra de la empresa PG&E (The Pacific Gas and Electric Company) como la primera quiebra empresarial de la historia a causa del cambio climático. Específicamente, esta empresa estadounidense de energía eléctrica (la más grande de este sector en el estado de California) debió declararse en bancarrota debido al impacto del incendio Camp Fire6 en sus estados financieros, que generó aproximadamente 750 demandas en contra con pretensiones cercanas a USD 7.000 millones, disminución del precio de su acción de 85% en el mes posterior al incendio, y pasivos totales de USD 30.000 millones al cierre de 2019. Sus acreedores financieros  vieron una debacle cuyos efectos rápidamente se trasmitieron a los balances de bancos, aseguradores y poseedores de sus activos financieros. 

¿Cómo afectó la declaratoria de pandemia la gestión del riesgo climático y de las finanzas sostenibles de los bancos? 

Esta pandemia ha puesto en prueba a todos los sectores de la economía de todos los países, y el sector bancario no es la excepción. El impacto negativo de la pandemia en los niveles de desempleo, de informalidad, de migración y de comercio mundial, entre otros, han afectado negativamente a la banca en forma de mayores niveles de mora, mayor gasto por provisiones, mayor exposición al riesgo financiero y en últimas, menores niveles de rentabilidad. La preocupación de los bancos es el 2021, año en que se sentirán con mayor fuerza los estragos de esta crisis en sus hojas de balance.

Ahora bien, puntualmente desde el punto de vista de crédito, se sentirá un impacto negativo a partir del cuarto trimestre de 2020. No es posible estimar el tamaño de la contracción porque, a la fecha, no hay certeza ni de la duración ni de la intensidad de esta recesión económica; sin embargo, desde FELABAN consideramos que las medidas de apoyo de los gobiernos tanto a hogares como a empresas podrían mitigar parcialmente sus efectos negativos. 

Vale la pena resaltar que los niveles de capital del sistema bancario en general son robustos y superiores a los mínimos exigidos por sus supervisores, lo cual les permitirá a los bancos continuar atendiendo puntualmente las necesidades de liquidez y de financiación de sus clientes. No obstante lo anterior, es claro que en un entorno de desempleo creciente, cierre de pequeñas empresas, restringida actividad comercial, y disminución en el valor de mercado de garantías y colaterales, las presiones en los márgenes de rentabilidad bancarios serán significativos. 

Para ver el documento No.41 de FELABAN presione aqui

 

 

FELABAN: La sostenibilidad ambiental es una prioridad para los bancos en la etapa pos - COVID

Publicado el Jueves, 16 de Julio de 2020

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