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Pibank: Cuando todo lo digital se disparó, nosotros también

 

 

Pibank: Cuando todo lo digital se disparó, nosotros también

Experiencia BCP

EXPANSION

Pibank, el banco digital que la entidad ecuatoriana lanzó en España hace dos años, apuesta por una relación con el usuario puramente digital y una red de oficinas comerciales en las que el cliente sólo recibe información.

Cuando Banco Pichincha España decidió, en 2017, crear su nueva marca 100% digital Pibank, recurrió a un veterano del sector para pilotar el desarrollo de la infraestructura digital sobre la que se asentaría el nuevo banco. El elegido fue Vicent Escorihuela, ingeniero de software y directivo con más de 20 años de experiencia en banca. Fue durante 13 años director de Informática en Banco Caminos y antes desempeñó el cargo de CIOen la ya extinta Caja de Ahorros del Carlet, fusionada primero con Bancaja y posteriormente con Bankia.  

"Empezamos muy discretamente en 2018, en 2019 ampliamos nuestro portfolio de productos y este año nos hemos concretado en crecer", explica Escorihuela, director de Infraestructura y TI de Pibank, por videoconferencia desde su casa, donde teletrabaja desde que comenzó la pandemia. Al igual que el 80% de sus 250 trabajadores.

Pibank arrancó hace dos años como una apuesta de Banco Pichincha España, la división española del grupo financiero ecuatoriano, para ganar cuota en este mercado y probar un modelo digital que posteriormente pudieran reproducir en otros países de Europa. Desde su aterrizaje en 2010, Banco Pichincha ha concentrado sus esfuerzos en atraer y dar servicio a la numerosa comunidad ecuatoriana que vive en España.

PIBANK

Con Pibank, sin embargo, el grupo decidió ir un paso más allá y construir desde cero un banco para el cliente español con el que expandir su negocio de consumo aprovechando las ventajas de la tecnología. "Pibank nace como un banco 100% digital pero con apoyo de oficinas comerciales", apunta el directivo. "El empleado de Pibank no te va a abrir la cuenta sino que te va a ayudar en el proceso de contratación bien con tu teléfono móvil o con unos iPad que tenemos en las oficinas. No hay efectivo, no hay cajeros... No son puntos transaccionales, son comerciales". En total, la entidad cuenta con cinco de estas sucursales repartidas entre Barcelona, Madrid, Valencia, Bilbao y Zaragoza.

"En esto vamos varios años por delante de los demás. Lo que hacemos es lo que le gustaría poder hacer a un Bankia o un CaixaBank. Cuando una entidad tradicional construye sus sistemas siempre está acordándose de que tiene oficinas transaccionales y que si algo va mal el cliente va a recurrir a ellas. Nosotros no. El cliente tiene que ser capaz de hacer todo a través de Internet y el empleado está para ayudarle pero usando sus mismas herramientas", sostiene Escorihuela.

Uno de los grandes retos a los que se enfrentó el grupo a la hora de diseñar el funcionamiento interno del banco fue elegir la plataforma tecnológica sobre la que construirlo. "Se buscó una tecnología que nos diese flexibilidad y rapidez", explica el responsable de TI. Y acabaron optando por la tecnología de Red Hat, propiedad de IBM desde el año pasado, y su socio local Vass.

En este asunto, el banco se enfrentó a una decisión trascendental: ¿qué hacer con los datos de los clientes? Mientras que rivales como OpenBank han optado por llevar sus cargas de trabajo a la cloud pública -en su caso a la de Amazon Web Services-, Pibank ha preferido esperar. Sus sistemas y sus datos están en la nube, pero en una nube privada, respaldada por una réplica en tiempo real que garantiza la integridad de la información de los clientes en caso de interrupción del servicio.

"Todo lo que tenemos montado puede pasar a la cloud -pública- en cualquier momento. Pero para poder hacer eso haría falta un músculo legal muy grande para hacer frente al reto burocrático", explica el directivo. "Es un tema bastante complejo desde un punto de vista normativo. No necesitas la bendición del Vaticano, pero casi".

Escorihuela sostiene que el regulador europeo, la Autoridad Bancaria Europea (ABE), y el español, el Banco de España, tienen miedo a que los bancos, al subir sus datos a nubes públicas, puedan llegar a perder el control de la información de los clientes. "Estamos sacando los datos fuera de nuestros edificios o del edificio de nuestros proveedores y llevándolos a un sitio que puede no parecer todo lo transparente que debería ser", señala.

Esto provoca que los controles sean más exigentes y no todas las entidades, sobre todo las más pequeñas, cuentan con equipos legales y de cumplimiento tan potentes como para hacer frente a toda esa regulación. "Es muy importante entender y esperar el momento tecnológico de cada banco. La presión de los demás hace que puedas precipitarte y meterte en un proyecto para el que no estés preparado", defiende Escorihuela.

BOOM POR LA PANDEMIA

La nueva plataforma tecnológica de Pibank ha permitido a la entidad dar un impulso a la experiencia del cliente, por un lado, y mejorar su rentabilidad gracias al ahorro de costes, por el otro. "Hemos reducido nuestro tiempo de salida al mercado en al menos el 50%, o incluso casi un 65%", señala el directivo. Esto permite a Pibank lanzar un producto nuevo, ya sea una hipoteca o una cuenta de ahorro, en la mitad de tiem

El ahorro de costes, de nuevo también próximos al 65%, es otra de las ventajas de la nueva plataforma en la nube de la entidad. "Tener unos costes inferiores que los métodos de TI tradicionales nos ayuda a tener una ventaja competitiva, ya que nos permite desviar fondos a la innovación", apunta el responsable de tecnología del banco.

El objetivo de Banco Pichincha España cuando presentó Pibank hace algo más de dos años era multiplicar por diez el número de clientes en España. Entonces, la entidad contaba con más de 81.200 clientes, de los que el 70% procedían de usuarios latinoamericanos. 

Cuestionado a este respecto, el grupo prefiere no desvelar por ahora los clientes que ha sumado en este tiempo a través de Pibank. "Estamos creciendo regularmente desde que empezamos de cero hace dos años. El confinamiento, pese a todo lo negativo, para nosotros fue una bendición. Cuando todo lo digital se disparó, nosotros también. Del mismo modo que la parte del negocio tradicional de Banco Pichincha se resintió, la parte digital fue lo contrario. Aun así, el balance del banco para 2020 va a ser positivo, hemos crecido en general", concluye Escorihuela.

Publicado el Jueves, 26 de Noviembre de 2020

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