Como parte de la revisión periódica de la política comercial, BBVA empezará a aplicar una comisión de mantenimiento del 0,025% mensual o 0,3% anual a partir del próximo mes de febrero a un número reducido de clientes en España con poca vinculación y saldos muy elevados.
Se trata exclusivamente de clientes con un alto poder adquisitivo concentrado en cuentas corrientes, que no tienen ningún producto vinculado, ni siquiera la domiciliación de una nómina. El banco asegura que este colectivo representa apenas el 0,2% de sus clientes en España.
De este modo, no se verán afectados los clientes con vinculación o cuyo patrimonio no exceda de los 100.000 euros, la cantidad máxima cubierta por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).
Las principales entidades financieras ya aplican este tipo de comisiones a grandes clientes institucionales debido al impacto que supone en sus cuentas el entorno de bajos tipos de interés durante un tiempo tan prolongado.
La mayoría de bancos negocia uno a uno el tipo que aplica a cada una de las grandes instituciones, fondos de inversión, gestoras o incluso aseguradoras que mantienen un saldo elevado, sin que existan unos criterios totalmente estándares.
De este modo, lo habitual es fijar un esquema de cobro en función del volumen y la actividad de cada cliente institucional. Los particulares hasta ahora habían quedado fuera de estos planteamientos, aunque el paso dado por BBVA podría abrir la puerta a que otros bancos adopten la misma estrategia en los próximos meses.