El Gobierno del presidente boliviano Luis Arce anunció esta semana los resultados del programa piloto de extracción de litio en el país sudamericano, que cuenta con las reservas del mineral más grandes del mundo. Dos de las ocho compañías en el programa fueron eliminadas, por lo que solo las seis restantes podrán buscar trabajar con la empresa del estado para extraer y producir el mineral.

Las seis empresas que pasarán a una segunda etapa del proceso son las chinas Contemporary Amperex Technology en asociación con China Molybdenum Company, Fusion Enertech, Citic Guoan Group y TBEA Group; la rusa Uranium One y la estadounidense Lilac Solutions, anunció en conferencia de prensa el director de la empresa paraestatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), Carlos Ramos. Las empresas eliminadas fueron EnergyX de EE UU y Tecpetrol de Argentina.

“El próximo paso es reunirnos con las empresas para nosotros plantearles nuestras condiciones soberanas respecto al litio”, dijo Ramos. Actualmente, la ley permite a YLB trabajar con empresas privadas tanto extranjeras como nacionales. Sin embargo, Bolivia carece de un marco regulatorio en cuanto a regalías e impuestos, el cual es necesario para que una empresa privada pueda operar. Se espera que el Gobierno envíe una iniciativa al Congreso para llenar los vacíos legales.

“Como Estado, como país, debemos precautelar ese recurso natural y hacer que la mayor cantidad de los beneficios sea para los bolivianos”, dijo Ramos. “Vamos a plantear las condiciones bajo las cuales las empresas podrían trabajar con YLB para poder continuar el proceso de industrialización y avanzar en la implementación e instalación de industrias de litio en los diferentes salares”.

En el programa piloto, las empresas trabajaron con muestras de los salares bolivianos, cuyas características son únicas en la industria, para encontrar la tecnología con el mayor porcentaje de recuperación de litio posible. Los resultados arrojaron una recuperación del 80%, y, en el caso de algunas empresas, del 90%. YLB también tomó en cuenta el consumo de agua, pureza, energía empleada, flexibilidad de la tecnología, capacidad y uso de sustancias químicas, entre otros indicadores.

En la recta final del programa piloto, semanas antes de anunciar los resultados, fuentes reportaron, por lo menos, tres despidos de personal con alto conocimiento técnico en YLB, despertando sospechas de una politización del proceso.