Sebastián Toro, fundador de Arena Alfa, atribuye especialmente a la incertidumbre política y la reforma tributaria el golpe al mercado. “Es lo único que puede explicar el desacople con otros mercados emergentes”, dice.
En la coyuntura de alza de tasas de interés también se está generando una competencia por recursos que está ganando los CDTs, en los que es fácil encontrar rentabilidades en términos anuales del 12% y 13%.
Así, dice Omar Suárez, gerente de renta variable de la firma Casa de Bolsa, se ha presentado una coincidencia entre ese aumento de las tasas afuera y en el país, con la incertidumbre política y la aversión al riesgo.
“Eso también hace que los flujos de recursos se vayan para Estados Unidos a lo que se suma al temor de una recesión fuerte que afecte a todo el mundo”.
Incluso, dijo que el alza de tasas también afecta la valorización de los precios de las acciones, así estas tengan buenos resultados financieros “pues lo que vale una acción de una compañía es el valor presente de sus flujos de caja descontados a la tasa de interés Wacc” (Weitghted Average Cost of Capital).
Por su parte, Andrés Duarte, gerente de renta variable de Corficolombiana, dice que los factores de incertidumbre relacionados con la reforma tributaria pueden estar afectando los precios de mercado (pues cambia la rentabilidad esperada de los accionistas) a pesar de que no cambie el valor fundamental de las compañías, relacionado con los resultados financieros de estas y las variables fundamentales de cada sector.
Asegura que la disociación entre los resultados empresariales y la cotización bursátil es innegable y podría verse más como una oportunidad.
Cree que aún con la expectativa de desaceleración en el crecimiento de 2023, el mercado accionario colombiano tiene valor atrapado (valor fundamental más alto respecto al valor de mercado).
“Lo que debe preocupar es precisamente aquellas situaciones o medidas que puedan llegar a deteriorar las variables fundamentales de las compañías. Por ejemplo: el tamaño de las reservas y la posibilidad de producirlas en el caso de una petrolera; el tamaño de la cartera y su calidad en el caso de un banco; la base regulatoria de activos en el caso del sector energético con cargos regulados; las condiciones de los contratos de suministro y la capacidad de despacho en las generadoras eléctricas o los volúmenes, precios y costos en el caso del retail.